El dolor como parte del sufrimiento humano y vivencia desagradable, requiere de una atención especial como es: asistencia precoz del paciente, un diagnóstico de precisión rápido, una relación permanente con el profesional y una terapia, lo más eficazmente posible en los primeros momentos de este sufrimiento.

Estas premisas conllevan una dedicación especial al paciente del Dolor: comunicación rápida y permanente entre médico paciente, presencia continuada para su posible tratamiento por exacerbación del proceso doloroso, y conocimiento de las tecnologías y tratamientos actualizados.

La farmacología en el ámbito del dolor siempre ha sido el arma tradicional para su liberación, actualmente, la mayoría de los profesionales han sido formados para el uso de todo tipo de fármaco que pueda ser prescrito por vía oral parenteral o transcutanea.

Es labor del especialista en Tratamiento del Dolor el conocer todos estos productos cuando alcanzan niveles de exigencia en su aplicación. Es preciso utilizar bases y tecnologías específicas de la especialidad.